No se ni como me acorde que tipo de letra tenía que poner...
Hoy estoy ebrio. Estoy escribiendo, me equivoco, vuelvo a escribir y reviso de nuevo. Lo más probable es que no cometa ninguna falta de ortografía evidente porque me estoy preocupando de la wea.
Son las seis con dieciséis de la mañana y estoy feliz.
No por haber tomado harto. No por haber webiado harto.
Estoy feliz porque compartí con personas que considero mis hermanos. La amistad es algo impagable, inmesurable e inesperado.
Para ustedes, señoras, señoritas y caballeros lectores, debe ser muy cierto que sus mejores amigos no los eligieron; llegaron, pasaron y los quisieron. Es muy difícil pensar que "cranearon" quererlos o no.
En resumen, los cabros (o cabras...; siempre tener claro el disclaimer de que las cosas que escribo son desde mi perspectiva) que llegaron a su vida, llegaron por la vida misma.
Quieran, amen, entreguen. Escuchen, hablen, piensen.
Son solo consejos de quien quiere lo mejor para el que lo lee.
Un abrazo,
Ablogfo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario