jueves, 17 de mayo de 2018

El machismo y el miedo a las mujeres

16 de Mayo del 2018, un día único en la historia de nuestro país, donde por primera vez nuestras compañeras se manifestaron en contra de un sistema educacional machista, discriminador y arcaico.

Quiero comenzar este artículo con un disclaimer importante, me moría de miedo de escribirlo. Me sigue dando miedo el como vaya a ser recibido y hasta siento que me podría meter en problemas, y es ese mismo miedo machista del cuál me quiero deshacer. Alguien podría decir instantáneamente después de haber leído lo anterior, "¿Qué chucha es el miedo machista?", y precisamente esta es mi tesis:

Los hombres le tenemos miedo a lo que las mujeres pueden hacer.

Hemos sido criados desde pequeños (y hace generaciones) de una forma completamente sexista, rosa para las niñas, azul para los niños; muñecas para las niñas, autos para los niños; baile para las niñas, fútbol para los niños; abrazos y caricias para ellas, golpes y garabatos para ellos.

Entonces, ¿qué pasa con el niño que prefiere escribir poemas que dibujar superhéroes y que disfruta pasar el rato con sus amigas del curso? ¿Qué pasa con la pequeña que ve aviones en el cielo y sueña con ser piloto (por lo demás una de las carreras mas sexistas del mercado), y que pelea con espadas de plástico en el recreo?

En sus mentes ya debe estar la respuesta: son discriminados. Y no es porque los niños sean malos (no hay criaturas más inocentes a mi parecer), que es una de las típicas justificaciones de los mismos padres que tienen que aguantar que a sus hijos les hagan bullying, no. Son los padres de estos niños, y los padres de los padres antes de ellos, etc, etc, etc. Es aquí, en esta etapa crucial del crecimiento de las personas, que se produce la diferenciación forzada por género.

Desgraciadamente, cuando se produce una discriminación y diferenciación de este tamaño (a nivel casi evolutivo en términos amplios), hay una parte que siempre sale dañada, en este caso el género femenino y la socialidad y sexualidad femenina. Me voy a referir a estos tres puntos de manera separada.

Género femenino

A grandes rasgos, las mujeres sufren de discriminación laboral, social y cultural en la mayoría de los países del mundo. Desde casos culturalmente tan "leves" cómo el acoso callejero hasta las prácticas de ablación de clítoris (link a Wikipedia para los que no saben lo que es), es evidente que existe una diferencia ostensible en el trato a las mujeres en la sociedad. 
Laboralmente, las mujeres sufren de una brecha salarial del 15% en Chile (link a artículo de 24 Horas), y han sido relegadas a la actividad terciaria o de servicios, naciendo así las denominaciones sexistas de tía del aseo o la "mina" de la tienda retail, etc. 
Por otro lado tenemos el acoso laboral, profundamente ignorado por el común de los chilenos (artículo sobre el tema), que prefieren atribuirle a este comportamiento las tachas de picardía y de "color" por parte de la mujer que las sufre.
Así también socialmente se relega a la mujer a labores hogareñas, siendo normalizado que ellas sean quiénes esten atentas del orden y aseo de las casas, del cuidado y alimento de los hijos, siendo para la gente extraño que el hombre sea el que se preocupe de estas labores o que incluso las comparta, atribuyéndole siempre una labor de proveedor.

Socialidad Femenina

"-Parece que es medio cola ese cabrito, habla muy finito.
-Sí, es como medio amanerado, pobres papás."

Sin hueviarlos, es una conversación entre dos señoras que escuché una vez y que siempre se me viene a la mente cuando pienso en este tema. Más de alguno saltará ahora y dirá: "Hey pero son mujeres, como va a ser machista eso", y es exactamente al punto que quiero llegar, el machismo se ha cimentado tan fuertemente en nuestra sociedad que las mismas afectadas y afectados terminan por ejercerlo (es una especie de síndrome de Estocolmo, donde los secuestrados, en este caso los afectados, terminan por congeniar y aceptar la conducta del secuestrador).

La socialidad femenina, o que en terminos muy amplios es el trato y expresión femeninas no sexual, es a lo que me refería con "besos y abrazos para las niñas, golpes y garabatos para los niños", y se manifiesta en distintas formas, ya sea como decía esta señora, hablar finito, ser muy respetuoso desde pequeño, no ser bueno para las cosas brutas, demostrar el afecto fisica y verbalmente, entre otras cosas (a ustedes se les vendrán varias a la cabeza en distintas situaciones), y el machismo nuevamente se encarga de sumergirlo en una especie de vergüenza de mostrar feminidad y obliga a esconderlo a quienes son basureados y molestados. Así tambien afecta a los niños que quizá no tienen tan claras sus ideas, pero que son forzados a portarse como monos y a tratar a los demás como la mierda para reforzar su masculinidad.

Les voy a contar una historia personal que quizá algunos conocen para la chacota, pero que a mí me marcó fuertemente (si no te interesa leerla la escribiré en cursiva para que avances con el siguiente tema).

El año 2006 llegué al Colegio San Ignacio El Bosque lleno de expectación y de energía. Como un niño de 12 años que disfrutaba jugando juegos de imaginación y cartas con sus amigos y vecinos, y que habia crecido compartiendo con mujeres desde los 3 años, no me esperaba la agresividad y ley de la selva que se vivía en un colegio de hombres.
No recuerdo si era el primero o segundo día de clases, pero lo que si recuerdo fue que gratuitamente un compañero que se dedicó a hueviarme todo lo que pudo hasta que ya no estuvo en mi curso, me tiro un tremendo pollo desde el segundo piso (al frente de nuestra sala) al patio del primero que se encontraba abajo donde yo estaba con unos compañeros jugando con una pelota. Ahora que lo pienso, tuvo bastante puntería como para pegarme de lleno en la coronilla, y hasta me da un poco de risa, pero es increíble como me marcó para el resto de mi vida.
Yo no podía entender porqué alguien querría hacerme algo así, nunca me habían escupido o pegado en toda mi puta vida y tenía que aguantar que alguien que no conocía me faltara el respeto de esa manera. Creo que corrí al segundo piso enfurecido pero hasta el día de hoy no tengo idea quién me tiro el escupo (estoy entre dos personas, y supongo que nunca lo sabré). 
Ese día llegué a mi casa destruido, no me acuerdo si lloré, pero si tuve el tino de contarle a mis papás. Mis papás (en ese tiempo juntos como familia feliz), no encontraron nada mejor que decirme:
"Hijo, mañana en la mañana habla con tu profesor y dile que quieres hablar con el curso después de que hagan la oración de la mañana, y les dices que estás decepcionado y que no esperabas eso de este colegio".
Chan. Lo hice.
Mañana siguiente yo cagado de miedo, mirando 35 weones que prácticamente nunca había visto (pero que vería los siguientes 6 años diariamente), tiritando, comienzo:
"Estimados compañeros, el día de ayer -acá ya pueden cachar que yo no hablaba como un pendejo de 12 años, ya que 9 años de lectura me habían adelantado un poquito en expresión- me lanzaron un escupitajo -sí, dije escupitajo para no decir pollo y que le quitase seriedad- desde el segundo piso, me sentí muy decepcionado...etc."

Conchatumadre. Todos callados. En mi mente yo esperaba que alguien se parara y me dijera "yo fui disculpa, la cagué", nos dábamos la mano, ambos nos sentíamos realizados yo por superar mi trauma y el por enfrentar sus problemas y pura felicidad.
Las weas.
Nadie dijo nada (en mi cara), y se dedicaron a wearme y reírse de mí hasta que se aburrieron. Tuve suerte de que me habían criado lo suficientemente fuerte como para ignorar los webeos y que no me hicieran daño grave (si o si tengo trabas por esa weá y todos los días lucho para superarlas), pero el bullying era real. ¿Y porqué? Por que el perla no quiso aguantar que los "ignacianos" lo trataran como a ellos les habían enseñado, porque yo en ese momento no tenía el miedo machista que hoy si tengo. Y así, tuve que ir cambiando cosas de mi personalidad para sobrevivir en ese ambiente tan hostil, y que hoy en día extraño y atesoro, tratando de alimentarlas para que vuelvan a florecer y a ser parte de mí.

Sexualidad Femenina

Este tema lo trataré un poco más corto porque es el que menos conozco, pero me refiero a la constante discriminación y ridiculización que se hace de la comunidad LGBTI, por un lado tratando de "maracos, colas, putos, trolos, mariposas, etc" a aquellos hombres con inclinación hacia el genero masculino, por ser "como las minas, amariconados, amanerados, entre otros" y a las mujeres con inclinación hacia el género femenino por ser "amachadas, tortilleras, marimachas, etc".
Acá el machismo se nota en que los hombres que no se comportan como machos, y las mujeres que "se creen machos", son discriminados.

Con lo leído anteriormente, salta a la vista una constante, el machismo tiene una especie de autodefensa basada en el ataque, dónde tiene que mantenerse fuerte y preponderante a través del miedo, ya sea de forma positiva induciendo y provocando el miedo a las mujeres y a aquellos social y sexualmente femeninos, o de forma negativa invalidando las posturas que intentan la reivindicación del género y de las actitudes femeninas de las personas.

Finalmente, el miedo a las mujeres (siempre añadiendo también a las afectadas y afectados que leímos recién), es una expresión de esta conducta, y es la barrera más importante a destruir para lograr de una vez por todas la equidad entre ambos géneros, y con la manifestación de ayer 26, se ha dado un primer paso en esta lucha que nos volverá mas dignos, realizados y felices, a todos y cada una de nosotros.


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